Pasarse por el Café Iruña de Pamplona es de obligado cumplimiento si visitas la capital de Navarra. No en vano el escritor Ernest Hemingway pasó horas y horas en su terraza de la Plaza del Castillo. Si la visita a esta espectacular cafeterÃa es inexcusable, no lo es menos probar sus huevos rotos.
Yo no conocÃa Pamplona hasta que hace bien poco tuvimos que acercarnos a pasar el dÃa por razones de trabajo. HabÃa ido mil veces porque el trayecto en autobús entre Soria y San Sebastián hace transbordo allÃ. Pero nunca me habÃa dado tiempo a darme una vuelta por la ciudad entre parada y parada.
Por fin el otro dÃa eso cambió, y en cuanto terminamos nuestros quehaceres laborales me llevaron directamente a probar los huevos rotos del Café Iruña. Ahora entiendo el por qué… :)
El local es precioso. Abrió sus puertas en vÃsperas de San FermÃn en 1.888 y desde entonces preside la Plaza del Castillo. Entrar en el Café Iruña es como viajar en el tiempo. Las enormes lámparas cuelgan de sus techos, los grandes espejos que decoran sus paredes, el suelo ajedrezado y las sillas Thonet, hacen que te traslades a otra época. Incluso, como podéis ver en las fotos, me parecó por un momento que el mismÃsimo Hemingway estaba por allÃ. Un lugar emblemático de la ciudad de Pamplona, punto de encuentro de pamplonicas y foráneos.
El escritor estadounidense Ernest Hemingway fue un asiduo del Café Iruña durante su estancia por la capital de Navarra mientras escribÃa algunos de sus relatos. «Fiesta», considerada la primera novela de importancia del escritor, hace referencia a los famosos Sanfermines.
Junto al café, que fue el primer establecimiento con luz eléctrica de toda la ciudad, se encuentra El Rincón de Hemingway, un espacio acogedor dedicado al escritor. Si visitas Pamplona y tienes tiempo, también puedes hacer la Ruta de Ernest Miller Hemingway y conocer todos los lugares que frecuentó el escritor.
En cuanto a los huevos rotos, la parte suculenta de este post, solo hace falta ver la pinta que tienen para saber cómo estaban. Buenos, muy buenos. Con su yema anaranjada y cremosa sobre una base de patata, por 5,50 € (7,00 € en la terraza) es el almuerzo perfecto después de una dura jornada de trabajo. :)
El Café Iruña también es conocido por su popular chocolate con churros. Junto con los huevos rotos, es un manjar de prueba obligada para los amantes del dulce y del chocolate como yo.
Si no te han llevado, otra recomendación para cuando vuelvas, muy cerquita del Café Iruña: un frito de pimiento en el Café Roch ;) http://www.caferoch.com/
Vivo aquà hace más de una década y he estado mil veces pero nunca he probado los huevos rotos. Después de leer tu post, lo haré. Gracias por compartir!!!
¡madre mÃa! me lo dejo apuntadito, tampoco he ido nunca y esto hay que vivirlo, besines morena!!!
Pues mira que no me he asomado nunca dentro…tengo cosilla con los bares con grandes terrazas…me dan demasiado respeto…soy más de tasca….jajaja..
Ya me has abierto el apetito….
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