Las tardes de domingo pueden resultar un tanto aburridas, sobre todo si el tiempo no acompaña. Pero si has tenido la suerte (como yo..) de recibir esa misma semana el exclusivo Kit Milhojas DIY de Casa Aramendia, el aburrimiento de las tardes domingueras ¡¡tiene las horas contadas!! :D
Casa Aramendia fue fundada en Errenteria haya por el 2.000, pero sus orígenes se remontan más de un siglo atrás. La familia Aramendia ha venido trabajando duro desde entonces, primero dedicándose a la cerería, y más tarde a la dulcería y la fabricación de caramelos.
Y debido a que el negocio no daba para todos, puesto que se trataba de una familia muy numerosa, la mayoría de los hermanos Aramendia tuvieron que emigrar y dedicarse a otro tipo de actividades. Se dio entonces un relevo generacional y con Javier Aramendia, que representa a la cuarta generación de esta familia de reposteros, nació Casa Aramendia en Errenteria.
Con la llegada del año 2013, Casa Aramendia se ha propuesto nuevos retos. Ha renovado su imagen corporativa, y ha abierto media docena de nuevas tiendas en la capital donostiarra.
Hoy mismo he querido ponerme a ello sin demorarlo más, puesto que durante la semana ando mucho más liada y quería dedicarle todo el tiempo que se merece.
El kit es la mar de «apañado». Tiene un bonito diseño vintage y cuenta con todo lo necesario para elaborar un delicioso milhojas. Los ingredientes necesarios para ello, y que muy inteligentemente vienen pegados a la base de la caja son:
Aunque estos no son todos los ingredientes que necesitaremos, dado que para hacer la crema son indispensables los huevos y, como es lógico, estos no viene en el kit, así que tenemos que ponerlos nosotros mismos.
He tardado en preparar la crema 15 min. de reloj. No creo que me haya llevado mucho más, en serio. Se hace en un «ti-ta» ¡¡y no he ensuciado nada!!
Aquí os dejo el vídeo oficial que hicimos para Casa Aramendia: «Deconstrucción de Milhojas» ( explicadito bien muy viene donde :P )
Como ya os habréis dado cuenta, durante el proceso no he mentado que hacer con las dos tarrinas de mantequilla que vienen en el kit. Pues bien, eso es porque en ningún sitio viene indicado que hacer con ellas, ni donde añadirlas a la hora de preparar la crema.
Así que yo, después de investigar un poco en internet entre hervor y hervor, he optado por echarlas en la leche junto con la rama de canela, para asegurarme de que con el calor se deshicieran del todo.
Y creo que he acertado de lleno porque, según los que han tenido la suerte de catar mi milhojas, me ha salido ¡una crema estupenda!. Compacta con una textura suave y un sabor delicado, en el que se aprecian, muy sutilmente, todos los sabores de los ingredientes utilizados.
Eso si, en mi caso me ha salido mucha más crema de la que creo que admiten las bases de hojaldre. Así que me ha sobrado para poder rellenar alguna otra cosa rica y apetecible que se me ocurra :D
Para terminar puedes adornar el milhojas con el azúcar glass. En mi kit no venía incluido, pero es muy sencillo de hacer en casa. Con una batidora echando la cantidad de azúcar deseada en un recipiente y dándole a la máxima potencia durante unos minutos, hasta obtener la textura deseada. Puedes usar también un molinillo de café. O bien puedes valerte de una botella o un rodillo de cocina, aderezado con un poco de paciencia. Algo más rudimentario pero igual de efectivo.
Yo opté por utilizar los dos tarritos de mermelada de melocotón para embadurnar la lámina de hojaldre que se coloca en la parte de arriba. No tenía ninguna brocha a mano, que es lo más cómodo para aplicarla, pero me las apañé igual de bien con una cucharilla de café.
El resultado fue el de un rico dulce casero hecho en muy poco tiempo y sin apenas ensuciar. Vistoso y delicioso con el que sorprender a cualquiera en cualquier ocasión. De hecho yo lo lleve a un cumpleaños esa misma noche ¡y triunfé! ;)
Sin contar con el buen rato que se pasa creando y haciendo tú mismo este milhojas en casa. Al que poder «tunear» a tú antojo, pues admite un montón de variantes más con las que experimentar. Algo que tendré muy en cuenta a la hora de hacer el próximo.
Un truco.
Una vez vertido el contenido del bol en la leche yo le he dado un golpe de batidora a la mezcla. Puesto que, a pesar de que no hay que parar de darle vueltas mientras da el último hervor, es muy, muy fácil que quede algún grumito mal disuelto. Y la verdad es que da un poco de rabia encontrarte alguno en la crema. Así que no he querido jugármela.
Menuda pintaza!!!! Me parece que cuando me ponga con el mío voy a leer tu entrada para que me salga así de bien :D
Y nos ayudarás a mantener el blog vivo y bien alimentado, con bocados de calidad. ;)
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