En los últimos años me ha tocado viajar bastantes veces a Madrid por motivos de trabajo. En muchas de esas ocasiones me he alojado en casa de amigos, en alguna que otra pensión y en unos cuantos hoteles. Además del coste, evidente, para mí son importantes varios factores a la hora de elegir hotel en Madrid: La ubicación, la conectividad con mis puntos de llegada a Madrid (normalmente llego en bus o en tren) y buenas conexiones de metro para moverme por la ciudad de reunión en reunión.

La última vez que acudí a Madrid me alojé en el Hotel Claridge, que abrió sus puertas en 1969 en el distrito del Retiro. Tras una reforma integral, este hotel boutique ha alcanzado la categoría de cuatro estrellas. El hotel cuenta con todas las comodidades que se pueden esperar de un alojamiento de su categoría, es confortable, bien ubicado y con una atención exquisita hacia el cliente por parte de los trabajadores.

El Hotel Claridge Madrid está situado en la Plaza de Conde de Casal, muy cerca del Barrio de Salamanca y a unos minutos del Retiro. Se llega muy fácil a pie desde Atocha Renfe, o en metro desde la estación de autobuses de Avenida América, ya que cuenta con parada de metro en la misma plaza en la que está ubicado. También se accede fácilmente en coche a las principales carreteras como la M-30 y la A-3.

Hay un par de cosas a las que Rebeca suele dar mucha importancia cuando nos alojamos a un hotel: Conexión wifi y estado del baño. Pues bien, tengo que decir que en el caso del Hotel Claridge Madrid ambas están a la altura de sus estrellas. La conexión, al menos cuando yo me conecté (fue de noche) funcionó como una bala. El baño era amplio, nuevo y por supuesto con todos los amenities necesarios en cualquier hotel que se precie.

Otra de las cosas importantes de un hotel, si te alojas en régimen de alojamiento y desayuno, es el buffet que te vas a encontrar por la mañana. Un par de factores suelen ser decisivos a la hora de evaluar la calidad de un desayuno buffet: Si el zumo de naranja es natural, y la tortilla de patata casera. :D En este caso tengo que decir que el zumo no lo era, y me quedan algunas dudas con la tortilla de patata. Si no era casera, desde luego estaba muy lograda. Por lo demás, el desayuno fue muy completo.

Me llamó la atención el anuncio de un brunch que sirven los domingos de 11:00 a 16:00. Por 16 euros te sirven croissant o tostada con mermelada y mantequilla; zumo de naranja, tomate o mimosa (champán y zumo de naranja); huevos benedictine, mini-hamburguesas o ensalada césar y, de postre, helado de yogur griego con frutos rojos o postre del día. Se puede consultar el menú completo aquí.

El precio del hotel varía dependiendo de la temporada, pero se pueden encontrar precios desde cerca  de 80 € la noche. Lo normal es que la habitación doble ronde los 110 €. Es sin duda una buena opción para alojarse en Madrid tanto si se viaja por motivos de trabajo como por ocio. ¡Volveremos!