La mayorÃa conocemos la Rioja-Alavesa por la elaboración de sus vinos, siendo su gastronomÃa menos conocida, pero no por ello menos importante y sabida.
Esta comarca se encuentra situada al sur de la provincia de Ãlava (PaÃs Vasco) y limita al norte con la Sierra de Cantabria hasta el rÃo Ebro, donde se establece su lÃmite al sur.
Su capital, Laguardia, cuyo nombre completo es «La Guardia de la Sonsierra Navarra»,  se halla en un cerro y esta rodeada por una muralla que mando construir el Rey Sancho el Fuerte de Navarra y de la cual todavÃa se conservan 5 de sus puertas.
Se trata de un pueblo con mucha historia y aire medieval que basa su economÃa, principalmente, en la industria del vino, ya que cuenta con numerosas bodegas y elaboración propia, y el turismo.
Como curiosidad, decir que el subsuelo de Laguardia se encuentra «agujereado» por las bodegas o cuevas, excavadas bajo sus viviendas y sus calles, a unos 6 metros de profundidad. Aunque, alrededor de la villa, también se pueden ver bodegas de arquitectura más moderna.
La oficina de turismo dispone de un listado de bodegas que ofrecen visitas a sus instalaciones. Como Thabuca, empresa de servicios turÃsticos receptivos especializados en el enoturismo, con la que tuvimos oportunidad de pasar un estupendo y fructÃfero fin de semana, y que nos descubrió, entre otras muchas cosas, El Fabulista y Luis Cañas dos claros ejemplos de la disparidad que hay en Rioja-Alavesa entre bodegas.
Para ello nos desplazamos hasta Labastida, otra de las localidades más conocidas de Rioja -Alavesa. Más concretamente hasta el Bar Restaurante «El Bodegón», cuya especialidad son las chuletillas al sarmiento.
TÃpico plato de La Rioja, con el que alegramos la panza, y que suele ser parte fundamental en cualquier celebración que se precie. Sobre todo en las «Fiestas de la Vendimia», más conocidas como San Mateo.
Los sarmientos, que son los tallos de la vid, se recogen tras la poda y se dejan secar. Para hacer las chuletillas se prenden los sarmientos y cuando estos se han convertido en brasas, se extienden y se coloca encima la parrilla con las chuletillas. Se asan hasta que queden bien hechas, se les añade un poco de sal y ¡¡listas para hincarles el diente!!
Como podréis apreciar en la foto, en El Bodegón tienen una manera muy original y funcional de servirlas, puesto que si no te gusta la carne poco hecha, puedes dejar que se  «churrasquen» más tiempo en sus mini-parrillas.
- 12,50 € la ración
- También cuentan con un «menú riojano» por 24,00 € (patatas a la riojana, alubias con sus sacramentos, chuletillas al sarmiento, pan, vino y postre)
- Chuletillas de cordero
- Sal
- Sarmiento
Vuestros comentarios