Parece ser que por fin el invierno ha llegado para quedarse. O francamente, eso espero, porque ya sabéis que yo soy muy de sol y temperaturas agradables (tirando a achicharrantes) pero esto ya era preocupante amigos… Pleno diciembre y a 21 ºC ¡¡NO, NO, NO!!
¿Y qué es lo mejor para estos dÃas de frÃo, lluvia y viento? Pues sÃ, los platos de cuchara. Hoy os quiero presentar la perla negra de Tolosa: la alubia o babarruna, que es como la llaman aquà en el PaÃs Vasco.
A finales de año decidà apuntarme a la iniciativa #miniswapwaselwasel que lanzó Gemma de Wasel Wasel. Una especie de amigo invisible handmade en el que habÃa que mandar a tu sorprendido un amigurumi relacionado con la navidad, una tarjeta y un dulce.
Después de pasar unas semanas atacada investigando desde la clandestinidad a mi sorprendida para recopilar pistas y posibles ideas que pudieran gustarle, llegó el dÃa de recoger mi paquete. ¡¡Qué emoción!!
Antes de nada, he de decir que la palabra “mascota†¡no me gusta un pelo!. Yo no creo que Bourbon, mi perro, sea mi mascota. O por lo menos yo no lo considero asÃ. Es parte de mi familia y le quiero mucho (muchÃsimo). Es un perro y lo trato como tal, tampoco he perdido el norte, pero nunca jamás diré que tengo una mascota…  ¡me parece horrorosa!.
Y después de este pequeño inciso, vamos a preparar unas sencillas, ricas y económicas, galletas caseras para nuestros perretes (o para sus archienemigos los gatos por supuesto). Que si son tan glotones como el mÃo no van a poder resistirse a la tentación ;)
El hecho de hacerlas nosotros mismos nos permiten poder controlar los alimentos que utilizamos y evitar los conservantes y aditivos que tienen las galletas y snacks que podemos encontrar en las tiendas. A parte del buen rato que pasamos cocinando para alguien tan importante en nuestras vidas claro está. Porque las cosas hechas con amor saben (y salen) mucho mejor ♥
Son muchas las recetas que podréis encontrar en la red: de cereales, de carne, de verduras, de pescado, de manzana, etc. Se preparan casi igual que las galletas que hacemos para nosotros. Lo único que tenemos que hacer es eliminar el azúcar (nada recomendable) y añadir otro tipo de ingredientes adecuados y más atractivos para ellos.
Como muchos ya sabréis la cocina no es mi fuerte. Y aunque hacer galletas es muy sencillo yo he optado por hacer las mÃas en el microondas. Un manera rápida y limpia de hacerles unas sabrosas galletas a nuestro amiguetes. Estupendas para darles premios nutritivos y sanos a bajo coste.
Los ingredientes que vamos a necesitar son los siguientes:
- 100gr. de harina (también puedes usar harina integral)
- 200gr. de pollo (o ternera, pero no useis cerdo porque si queda cruda es perjudicial)
- 1 huevo
- ralladura de limón (ya que no me gusta echarle sal y es una muy buena manera de dar sabor a sus comidas de una manera sana)
- media taza de agua caliente (solo si queda muy espeso y con mucho cuidado de no pasarse)
También puedes añadirle perejil bien picado para evitar el mal aliento. Y tener siempre muy presente cuales son los ALIMENTOS PROHIBIDOS que nunca debemos dar a nuestros peludetes, tales como: chocolate, cebolla, uvas (que al mÃo le encantan pobre..) aguacate, carne de cerdo cruda, champiñones,..
Una vez tengamos lo necesario batimos el huevo, añadimos la carne bien picadita y sin dejar de remover vamos añadiendo el resto de ingredientes. Yo he optado por meter las manos a la brava cometiendo asà un gravÃsimo error… antes de hacer esto embadurnaros las manos en harina, porque yo no lo he hecho y luego me las he visto «canutas» para retirar la masa de entre mis dedos.
Las moldeamos con la mano, en mi caso, o utilizando algún molde divertido que tengamos en casa para la ocasión y las vamos metiendo en el microondas.
Yo lo he hecho por tandas, dado que no caben muchas de golpe como en el horno. Y es muy importante taparlas para que no pierdan tanta agua y, por tanto, jugosidad. Se dejan cocer entre 5 y 7 min. a máxima potencia ¡¡y listo!!. Se colocan en un recipiente molón, se dejan enfriar y ¡voilà !. Listas para ser engullidas por nuestros amiguetes :D
Lo recomendable para conservarlas es meterlas en la nevera, ya que al no llevar conservantes se pueden estropear al igual que nuestra comida. Y sacarlas unos minutos antes de dárselas.
También podemos hacer masa de sobra y congelarla para la próxima vez que queramos sorprender a nuestros perretes.
Y para las que viváis en Madrid (suertudas), también podéis acercaros a Miguitas tienda dedicada a la reposterÃa perruna con ingredientes naturales y sanos para ellos.
A Bourbon le han encantado, y a mà me ha gustado mucho la experiencia de cocinar para él, asà que las próximas de cereales.
¡¡Bon appétit!!
Mi biografÃa de Twitter lo dice todo sobre mi relación con la gastronomÃa. Soy amante de la buena comida y profana en la cocina. Lo que me gusta es que cocinen para mÃ. Es por ello que en este blog apenas veréis artÃculos sobre recetas y trucos entre fogones.
En esta ocasión, sin embargo, me gustarÃa compartir una receta tan sencilla como deliciosa y sorprendente: El auténtico y original bocadillo de chuleta :D
La obra de Tokitan, que ayer me sorprendió con este menú cuando volvà de mi aburrido curso sobre contabilidad, fiscalidad y laboral. Se ha inspirado en Jamie Oliver, uno de los chefs televisivos más populares de Gran Bretaña. Hace unos meses estábamos viendo el programa cuando nos sorprendió con un mega-bocata. Chuleta entre pan y pan.
Parece que a Haritz se le antojó el otro dÃa pero, como no recordaba los ingredientes, se inventó una receta propia que combina varias fuentes de inspiración. El pepito de ternera ha estado presente, sin duda, en todo el proceso filosófico que ha dado lugar a la obra. Tampoco le ha faltado la inspiración exótica, procedente del mejor pincho moruno que se sirve en Bilbao y del que ya hablaremos otro dÃa.
El invento consiste en lo siguiente:
- Por un lado se embadurna una de las tapas de pan con tomate, al más puro estilo catalán. Si se quiere, también se puede emplear ajo y aceite.Â
- Por otro, se pone la chuleta (en este caso de añojo) a freÃr en la sartén. Se adereza con bien de comino y al darle la vuelta, se añade ajo en polvo y sal. Durante este último golpe se exprime medio limón sobre la carne y también directamente sobre la sarten. El «chumi-chumi» resultante lo merece. Se podrÃa hacer al horno. Y a la parrilla debe resultar sublime, con ese toque carbonizado. Pero habrá que buscar una alternativa para preparar la imprescindible salsilla.
- Sobre la tabla, se trocea la carne en tiras relativamente finas, y se colocan sobre el lado del pan impregnado con tomate.
- Se añade una buena cantidad de hojas de rúcula y virutas de queso (recomiendo uno de oveja curado tipo Idiazabal) previamente rallado. Se añade de nuevo un pelÃn de sal gruesa (nosotros hemos utilizado una traÃda de Malta, pero la Maldon le irá de fábula) y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
- Finalmente, se aplasta el lado de la miga de la otra tapa sobre el «chumi-chumi» que nos ha quedado en la tabla, asegurándonos de que lo absorve todo. Se arma el bocata ¡y listo!
El resultado es un pedazo de bocata que lleva cerca de 250 gramos de carne, con un toque especiado moruno gracias al comino y al limón, y una pizca de amargor interesante que aporta la rúcula. La grasilla de la carne, la sal crujiendo en boca, y el queso deshaciéndose a la vez… Sin palabras.
Probablemente, el mejor bocata del mundo. O al menos uno de los mejores que he probado.
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